Se conoce como Risoterapia a una estrategia o técnica psicoterapéutica tendente a producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. No puede considerarse una terapia, ya que no cura por sí misma enfermedades, pero en ciertos casos logra sinergias positivas con las curas practicadas.
La Risoterapia en el coaching, Es una herramienta que utilizamos mucho para liberar tensiones y poder hacer así un trabajo más
eficaz y fomentar la colaboración del coachee en la sesión.
Tras experimentar la carcajada durante varios minutos todas las personas sienten un estado de ánimo positivo y elevado, una actitud vital optimista, sensación de relajación global, cierto cansancio, frecuentemente molestias en los músculos abdominales, los del rostro o los del cuello como consecuencia de su contracción y ejercitación intensificada, y una mayor cercanía y simpatía hacia las personas con las que se ha compartido la risa.
- Relaja al organismo.
- Favorece al corazón y al sistema circulatorio.
- Mejora la función respiratoria y aumenta la oxigenación.
- Favorece al sistema inmunológico.
- Tiene efecto analgésico debido a la liberación de endorfinas.
- Reduce la ansiedad y el estrés.
- Alivia los síntomas de la depresión.
- Distrae de preocupaciones y corta los pensamientos negativos.
- Refuerza la autoestima.
- Ayuda a afrontar positivamente los problemas cotidianos.
- Potencia las capacidades intelectuales.
- Permite estrechar relaciones, aumentar la confianza y reforzar los sentimientos de pertenencia, proximidad, amistad y amor. Predisponen a la cooperación y la solidaridad.
- Facilita la comunicación entre las personas.
- Ayuda a prevenir conflictos y hacen disminuir los niveles de agresividad.
Aquí os dejo 5 ejercicios risoterapia:
Ruedas de Risas y Muecas
Este ejercicio puede desarrollarse con distintos grupos de personas, desde niños hasta adultos mayores. Los materiales son globos y marcadores con tinta indeleble (permanente).
El coordinador o la coordinadora deberá repartir un globo a cada participante para que lo infle y lo ate. Si la población con la que se quiere hacer la técnica no puede hacerlo hay que entregar los globos ya inflados.
También hay que entregar a cada persona un marcador negro indeleble o permanente (la tinta debe quedar fija y no borrarse). De manera individual deberán dibujar sobre el globo una cara, cada participante puede hacerla como quiera.
Sentados en ronda grande una persona deberá mostrar su globo e imitar la cara que ha dibujado en el mismo y pasarlo para que cada uno la imite. Cuando el globo vuelve a estar en poder del creador se repite la acción con otro globo y participante.
Si el grupo es numeroso se pueden hacer rodar dos o más globos al mismo tiempo.
Dirigir la Orquesta
El coordinador o la coordinadora le informará al grupo que hoy tiene ganas de dirigir una orquesta de risas. Y lo fantástico es que los instrumentos que se escucharán serán las risas de los participantes.
Se formarán tres subgrupos y se los ubicará a la derecha, a la izquierda y en frente del facilitador o facilitadora. Imitando los movimientos de un director o directora de orquesta se le dará indicaciones a los participantes.
Al mover el brazo derecho hacia arriba, el grupo de la derecha deberá reír con el sonido de la sílaba JA. Mientras que al levantar el brazo izquierdo, el grupo ubicado en dicha dirección deberá reír con el sonido de la sílaba JE.
Dejando cualquiera de los brazos extendido hacia adelante, señalando al grupo que tiene en frente, el mismo reirá con la sílaba JI. Al levantar ambos brazos y cruzarlos en forma de equis los tres grupos pronunciarán la risa con JO.
Respirar y Reir
El ejercicio consiste en que todos los participantes se paren firmes con las piernas algo separadas para tener mejor apoyo. Se deben distribuir por todo el salón con el propósito de no estar amontonados.
El facilitador o la facilitadora en voz alta deberá ir dando indicaciones al grupo. Primero deberá solicitar que cierren los ojos y luego pedir que relajen los hombros.
Enconjer los hombros y soltar los brazos unas cinco veces, relajar los músculos de la cara y el resto del cuerpo. Recordar alguna situación graciosa y poner una sonrisa en su boca aunque la sonrisa no sea auténtica.
Sin dejar de recordar alguna situación graciosa o cómica donde hayan estado presentes comience a respirar tomando aire profundamente y soltándolo de manera entrecortada. Esta acción se deberá repetir tres veces.
A continuación hay que cambiar la manera de soltar el aire, al hacerlo se debe emitir en voz alta la sílaba “ja”. Después hay que hacer lo mismo con la sílaba “je”, con la “ji” y así hasta pronunciar «ju».